
¿Cuántos posts sobre Black Lives Matter has visto en la última semana? Pocos o ninguno. Un poco raro considerando el estruendo en redes que causó la muerte de George Floyd en Mayo de 2020, ¿no crees?
Pero es que igual que mi Instagram se llenó de expertos activistas del Black Lives Matter, se llenó de expertos antiterroristas con la explosión de Beirut el verano de 2020, de politólogos durante las elecciones norteamericanas y el resultante asalto al capitolio, de periodistas deportivos durante los juegos olímpicos y mis dos favoritos: de expertos internacionalistas con el golpe talibán en Afganistán y de vulcanólogos durante las últimas semanas.
Esto, que todos hemos vivido, y en lo que muchos participan sin querer, convierte a muchas personas de aliadas en activistas performativos (más conocido por su término en inglés, performative activism). Este, es un término peyorativo que se utiliza para referirse al activismo que no se basa en una devoción a una causa sino que es un activismo incitado por las modas.
¿Cuál es mi problema con este tipo de “activismo”? El fin social que tiene. Personalmente, y según pasa el tiempo, me da la sensación de que como sociedad, subir cosas a las redes sociales parece más que suficiente para calmar la conciencia y sentir que ya hemos hecho suficiente por apoyar a una causa. Al fin y al cabo para que me voy a manifestar o informarme si con un post en instagram es más que suficiente.
Y ojo, que mi problema no es con que la gente calme su conciencia subiendo una foto sobre las personas intentando subirse a un avión para escapar de Kabul. De verdad creo que cualquier tipo de difusión de información es bueno, el conocimiento es mejor que nada. No estoy intentando demonizar el ciberactivismo, porque yo soy la primera que lo usa y que reconoce su utilidad. Mi problema es con la desinformación que hay, con subir una imagen sin conocer el fondo de la cuestión, con no hacer ni el mínimo esfuerzo por saber cómo la situación en Palestina ha evolucionado hasta hoy. Mi problema es, que se calme la conciencia de la gente reposteando imágenes de temas sobre los que se tiene un desconocimiento total. Se suben cuando el problema está en auge y se olvidan dos días más tarde. Las redes se desbordan de apoyo, pero solo del tema que está de moda. Y al final la desinformación que se crea también es consecuencia de que publicar ya no es opcional. Especialmente para las figuras en el ojo público, si hay una causa social, te tienes que pronunciar ante ella. Pero esto también aplica al usuario de a pie. Si no dejas clara tu consternación ante la situación en Afganistán es porque apoyas a los talibanes. No se contempla que no estés informado y tengas una opinión, la lucha contra las injusticias o por lo menos su apariencia es una obligación.
Y no me quiero meter en como el activismo performativo ha influenciado el movimiento woke, o como el activismo performativo es perjudicial incluso para algunas causas. Solo quiero intentar poner mi granito de arena y que la poca gente a la que le llegue esto haga esta reflexión antes de subir una foto a su historia: si alguien me pregunta qué opino sobre este tema, ¿tengo suficiente conocimiento de causa para no hablar desde el desconocimiento?. Si alguien me pregunta cómo la situación ha escalado a este nivel, ¿sabría contestar?. ¿Este tema me interesa de verdad? Si el mes que viene se publica un artículo con la evolución de la situación, ¿me lo voy a leer? ¿estoy publicando algo solo por presión social? ¿realmente apoyo la causa? ¿puedo hacer algo más que dar un like?
A veces nos da miedo no estar a la altura y nos dan miedo los reproches, pero hay maneras de hacer ciberactivismo bien. Ser primerizo es maravilloso. ¿Te interesa un tema? Busca información, pregunta a gente que sepa sobre ello. No sería la primera vez que subo un artículo a Instagram y alguien me pregunta mi opinión o si tengo fuentes donde buscar más información. Mejor hacer la pregunta que mantener la ignorancia.
Intenta siempre tener una idea global, que a veces ves información con la que resuenas, y resulta que es solo por una disonancia cognitiva y que esa información tiene mucho sesgo.